jueves, 12 de agosto de 2010

¡por fin!

Mi portátil, la cama y el sol pegándome en la espalda.
Puede que me cueste un poco acostumbrarme a esta pantalla tan brillante, aunque los colores se ven genial.
Por fin puedo trastear a mis anchas, y desde un lugar blando.

2 comentarios:

Kobal dijo...

Otra cosa no, pero la libertad que te da el portátil ... no se paga

Antonio Moreno dijo...

Estás en la casa de gran hermano???....... O_o