Probablemente se convierta en la gran frase de mi vida, la que más he pronunciado en los últimos años. Por diversos motivos, pero siempre ahí estaba, y sigue estando hoy. Algo inexplicable que me corre por dentro, o quizás vuela. Algo que resulta difícil entender, y más aún encontrarle un por qué. Algo que no termina de encajar.
Pero por más que pienso no consigo darle forma. A veces el tiempo se ha encargado de desvelar la incógnita implícita en esta sensación. Otras veces ha quedado muda, desvaneciéndose a la espera de una razón convincente que dejara de convertirla en extraña.
Y mientras tanto ahí sigue, va y viene camuflándose en una maraña de sentimientos desordenados sin saber a cuál dar prioridad, causando estragos en mí y en los que me rodean, desestabilizando todo.
Sólo sé que tengo una sensación... extraña.
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