Sentir el placer de una buena ducha, notar como el agua empieza a mojar mi cabeza hasta empaparme el pelo, respirar el suave olor a cítrico que desprende el champú y ver cómo se va deslizando hasta perderse, unido al agua. Después, vestir el cuerpo con un aroma suave, silvestre, ése que deja en la piel un tacto tan agradable y fresco. Y respirar esos minutos de calma imperturbable, dispuesta a empezar un nuevo día.
5 comentarios:
Suena genial... Es una de esas cosas que acaban haciéndose de forma automática, sin apenas disfrutar del momento.
Un beso
Sí, pero cuando no hay prisas para hacerlo merece la pena tomarse un tiempo :)
La ducha es uno de los mayores placeres de esta vida. No hay nada como pegarse una buena ducha mañanera, sales despejadísimo de casa y oliendo a rosas(o cítricos, almendra...ahí según el gusto del consumidor).
Un blog muy bonito, me pasaré más veces!!
Besos
Ohhh sí...a mí también me gusta!!
Muchas gracias La Maga y Danygirl! Si es que habría que cambiar la letra a la canción...
"ducharse es un placer..."
Jajaja, pero mejor no canto, que no quiero que llueva ;)
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