Salimos tarde de mi casa y llegamos más tarde a la suya. Un trayecto largo en kilómetros pero no tanto en sensación de cansancio, aunque llegamos agotados. Volví a pisar la arena de la playa después de dos años, y la del Mediterráneo después de muchos más.
Jugamos en la arena, nos bañamos, reímos, cocinamos, nos miramos a los ojos. Esa sensación de materialidad que nunca desaparece, que incluso se acrecienta. Y volver a casa con una sonrisa en los labios, de esas tontas, que no se borra. Y dormir sabiendo que en pocas horas comenzaría un nuevo día.
7 comentarios:
Pues si estuviste el viernes por aquí, fliparías del calor. xD
sol,playa y buena compañia¿Hay algo mejor?
Para mi esas "pequeñas cosas" son el motoro de nuestras vidas, las que nos hacen desear ese nuevo dia
Me alegro te fuera bien
@X Llegué de madrugada y con el aire acondicionado ;)
@Kobal Así según lo pintas parece que no :)
@Síes Gracias! Que la monotonía es muy mala.
Qué bien suena!
Tengo que ir al Mediterráneo, solo chapoteo en los libros...
@Aida :)
@Nanete No sé por qué había entendido que chapoteabas en el Mediterráneo de los libros... Si fuera así, yo ahora chapoteo en Roma ;)
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