lunes, 9 de mayo de 2011

giro, a la izquierda, que suena mejor

Escribir, leer, estudiar, pensar, comparar, decidir... Al fin y al cabo todo acaba ahí, en decidir, que de nuevo se convierte en punto de partida. Decisiones que afectan el rumbo de nuestras vidas, más o menos trascendentes.
Tiempo necesario para tener tiempo, cerrar los ojos y sentir el silencio por una vez. El ruido de un motor, la vibración de un móvil, la música del pc de al lado, son sólo sonidos que se convierten en parte de la rutina y que pueden cambiarse por otros parecidos pero no iguales en cuestión de horas.
Y la espera de algo que no termina de llegar, y la llegada de algo que creías más lejano. Y una media sonrisa.
Después del silencio, el alboroto, el caos y el orden; después de que la lluvia haya borrado cada pisada creando ríos de caminos que se entrecruzaron alguna vez, queda una carretera (o varias) y un sol que esta vez no va a tener miedo. Y si lo tiene no importa, que le he encontrado sustituto.