jueves, 21 de octubre de 2010

reciclaje

No sé cuántos días llevo sin escribir. Siempre en algún momento del día pienso en hacerlo pero, ¿para qué escribir si no tengo nada que contar?
El día pasa lentamente pero no me da tiempo a hacer ni el 50% de lo que había planeado. El tiempo no cunde y parte de mis propósitos se han quedado ahí, en propósitos, como los de año nuevo, y seguirán así hasta que termine de organizarme. Pero ya falta menos.
No todo es orden y una mesa limpia y sin "trastos", y la mía dista bastante de estar así. Me propuse aprender y voy a empezar ahora. Parece que escribir sobre esta situación de hastío me ha dado energía.
Sólo espero que nadie me moleste ni me diga que tengo camisas por lavar o zapatos que recoger, y que esta maldita tos desaparezca de una vez.

domingo, 17 de octubre de 2010

desvaríos varios

Una de las cosas que no deberías hacer cuando te encuentras mal es intentar buscarle la explicación a una factura telefónica de la que no conoces el detalle.
Lo bueno: que el importe no es superior al que debería.

martes, 12 de octubre de 2010

vuelta al... a lo mío

Estas vacaciones me han trastocado y el puente ha terminado de aumentar mi desajuste horario. Hacer que desayuno para comer pocas horas más tarde y llegar con una falsa sensación de normalidad a la cena.
Estoy deseando que llegue mañana y tomarlo como si fuera un lunes, un inicio de semana que, sin embargo, tiene poco de normal puesto que comenzará con una reunión de desconocidos que se convertirán en carroñeros, lo que me recuerda a la hiena que vi hace poco, y lo insoportable de sus chillidos.
Por el momento mi calendario sigue marcando Septiembre como mes predilecto, pero ya es hora de hacer cambios y actualizar la agenda con las actividades que a partir de mañana me ocuparán durante el próximo curso en el que no tendré que asistir a ninguna clase en la universidad. Ahora mismo lo echo de menos, esa rutina de tener que ir a clase todos los días y pasar allí horas absorbiendo lo interesante que surgiera en las clases. Las de este año no serán iguales, y de momento tendré mucho más tiempo libre (aunque espero que ésto no dure mucho), así que habrá que poner en práctica el horario para no caer en la pereza.

viernes, 8 de octubre de 2010

porque a veces es más fácil tomarse un día sabático

No quiero tener que mirarte todos los días con una sonrisa en la cara como si fuera lo mejor del mundo, ni tener que ser siempre optimista, alegre, como si no tuviese otro estado natural que el de ser feliz. No quiero que me preguntes constantemente si me pasa algo, que parezca que tienes miedo a que me pueda enfadar, porque eso siembra mi miedo ante tus silencios. No quiero que omitas nada que pensabas decir, porque así aprenderé a conocerte mejor.

No quiero ser una cadena, ni tampoco una paloma.

Tenerife

Desconociendo aún gran parte de los acontecimientos que haya habido en Madrid durante esta semana vuelvo a mi mundo blogger, con las imágenes de un montón de sitios impresionantes en la retina y con bastantes molestias gástricas, todo hay que decirlo.


Tenerife es una isla de contrastes. Es algo que ya sabía antes de aterrizar pero no pensaba que la diferencia fuera tan grande en tan pocos kilómetros, y me ha encantado. Es un lugar para fotografiar, y yo pude hacerlo a mis anchas. Los resultados han sido bastante buenos a pesar de que en muchos casos la luz jugó malas pasadas.

Si tuviera que elegir una parte de la isla elegiría el norte, desde el Macizo de Teno hasta la Península de Anaga. Toda esa costa tenía algo especial, pasando de los acantilados rocosos de piedra desnuda que caían en el océano hasta llegar a otro paisaje completamente diferente de bosques verdes y nubes bajas que a veces impedían ver el gran Teide. Me dejé cosas por ver pero aquello me encantó. Y por el otro lado, los puntos menos afortunados de la isla desde mi punto de vista son la costa sur, ya que me encontré con un lugar sobreexplotado para el turismo "guiri", muy artificial y sin encanto, y Santa Cruz, una ciudad en la que no había nada ni nadie en las calles un sábado a las diez y media de la noche.

Sobre las comidas no opinaré puesto que mi indisponibilidad gástrica me ha restringido tanto en este aspecto que es mejor que no entre a valorarlas. Así que hasta aquí mi breve impresión sobre Tenerife por el momento. Y hoy voy a subir una foto, porque estoy generosa!