jueves, 19 de abril de 2012

historia de restos

Dos desparejados y otros dos tan juntos que parecían ser el mismo. Cuatro pétalos descansan después de quién sabe qué historia sobre los escalones del metro. Curiosamente, hay quien intenta no pisarlos. Quizá, si hubieran sido suyos, reposarían en un bonito jarrón junto con el resto, sin ser acribillados por agujas y rodillos que atraviesan y aplanan su centro de vida.

lunes, 16 de abril de 2012

des-precipitación

Ya sé qué es lo que está pasando. Puede que a veces me empeñe sin sentido en ser demasiado perfecta, en querer hacer demasiadas cosas, más de las que son físicamente posibles; en fijarme metas y objetivos ambiciosos, y a la vez, querer disfrutar de un ratito de "no actividad", de estar en casa sin hacer nada, o sentarme en el sofá a charlar con mi familia con un té en la mano. Y también puede que me agobie por ello, por no abarcarlo todo, o por dejarlo a un lado; que me falte respirar, poner cada cosa en su sitio, incluido tú. Dedicarte lo mismo que me dedico a mí, para ser iguales. Para ser nosotros.

viernes, 13 de abril de 2012

falla

Lejanos quedan aquellos meses de no confiar. Ese daño que me abrió una herida en el pecho, cerca del corazón, como carne abrasada tras haber sido atravesada por hierro candente, desapareció. Yo lo sabía, en la inundación de mis sentidos. Los surcos salados que recorrían el espacio entre mis pestañas y mi barbilla se diluyeron bajo la lluvia de aquel día de abril en el que olvidé coger el paraguas. Y desde entonces el césped fue más verde y las nubes más compactas. Me alegré de encontrarme en medio de esa tormenta inesperada que abrió un abismo alejando la rabia, y alejándolo a él del espacio que nunca fue suyo.

lunes, 2 de abril de 2012

espejo

A veces pienso qué habría sido de mí si no hubiese tomado este camino. La típica pregunta sin respuesta. No puedo saberlo, aunque me gustaría echarle un vistazo a esa realidad paralela que se forma en el momento en el que tomamos decisiones importantes.
Y si fuera posible verlo, ¿cómo medir la alternativa que no fue? ¿En términos de felicidad, de independencia, de dinero en el bolsillo...?
Ahora me gustaría medir una cosa: el miedo.