viernes, 31 de diciembre de 2010

grapes

¿Algún propósito para incumplir?
¡¡Feliz 2011!!

jueves, 30 de diciembre de 2010

watermelon

Hay quienes deciden purificar cuerpo y alma antes de entrar en el nuevo año.
Yo he decidido "purificar" mi habitación.

martes, 28 de diciembre de 2010

rough

Hay ciertas cosas con las que no puedo, y una de ellas es la falta de respeto, especialmente si no hay motivo justificado.
Que el conductor del autobús en el que subes tras una dura tarde de búsqueda de regalos navideños te insulte, así porque sí, no lo veo muy normal.

domingo, 26 de diciembre de 2010

post 25-D

Una Navidad sin reuniones ni niños que se creen adultos.
Una Navidad con la familia (los de siempre) y los amigos (algunos más).
El inicio de un nuevo proceder y el final de las tradiciones sin sentido.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

trip

Miles de ilusiones que se desprenden de su paraguas y caen de bruces contra el suelo con un solo fin: regenerarse.

lunes, 20 de diciembre de 2010

fairy tale

Intento autoconvencerme de que habría problemas, discusiones, reconciliaciones, momentos buenos y otros que no tanto. Al fin y al cabo no existen los cuentos de hadas.
Pero es inevitable pensar, a veces. Y yo ya no quiero saber más.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Christmas

¿Nos adornarás con cintas y estrellas de Navidad?
A mí siempre me ha gustado la decoración minimalista.

jueves, 16 de diciembre de 2010

I like winter

Salgo a la calle. Por suerte ya es de día, pero los momentos más gélidos de la mañana son los más cercanos al amanecer. Agradezco esas compras de urgencia de última hora porque si no estaría tiritando. Por torpeza mi móvil acaba en el suelo justo cuando llega el bus.
A la vuelta me paro frente a un termómetro que marca 0º C. La temperatura es baja y al principio duele un poco respirar, pero me gusta.
A partir de hoy me declaro fan del invierno.

martes, 14 de diciembre de 2010

late

Una chica sentada en una casa de muñecas me mira desde la portada de un libro. Estoy escribiendo con tu bolígrafo, el que te dejaste olvidado en mi mesa aquella vez que viniste a casa y yo aún no te he devuelto.
Hoy he presentido que mi humor no ha sido bien comprendido ni diferido. Al fin y al cabo no todo el mundo mezcla yogur con canela.

lunes, 13 de diciembre de 2010

couple

Cara de enfado.
Cara de "qué le voy a hacer".

Cara de asco.
Cara de resignación.

A nuestro lado, una pareja se empeña en darse mimos tal y como un autómata cuida una flor de plástico.
Sin sonrisas, sin brillo en los ojos, se cogen de la mano como si se dieran el pésame. Y parecía ser lo habitual.

viernes, 10 de diciembre de 2010

maybe

Probablemente no te guste mi pelo ni mi risa. Puede que pienses que soy demasiado clásica, demasiado práctica o demasiado joven. Quizá crees que gasto muchas lágrimas, que hablo demasiado o que desconfío demasiado.
No lo sé. No llegué a conocerte.

lunes, 6 de diciembre de 2010

december

Mis pies, helados, se encogen dentro de unas botas que corren, saltan y tropiezan por el adoquinado del centro. Ríos de lluvia estancados entre piedra y piedra reflejan las luces navideñas mientras ellos se empeñan en seguir pegados al suelo, acurrucados en unos calcetines no lo suficientemente gruesos como para impedir que sientan el invierno. No pueden entretenerse observando los soportales ni tampoco jugar a encontrar estrellas. Tienen una gran responsabilidad. Ellos hacen de guía, y la función está a punto de comenzar.

viernes, 3 de diciembre de 2010

fall

Me gustaría tumbarme a tu lado y, mientras me abrazas entre sueños, decirte que estoy ahí y que no tengo intención de irme. Y entonces sonreirías y abrirías los ojos un segundo y medio, para luego continuar con tu sueño y mañana no recordar nada.
Me encantaría convertir en realidades los planes que me propusiste anoche, pero mi maleta me espera en la puerta, y él en el coche.

jueves, 2 de diciembre de 2010

end

Acto que congregaba a los recién licenciados y a sus familiares.
Discursos entrañables, leídos, previsibles, e incluso una "clase" sobre el futuro del planeta.
Fotos, trajes, vestidos, becas que se caen, dificultades de pronunciación.
Y al final, buen sabor de boca.

martes, 30 de noviembre de 2010

white

La ventana de fuera está empañada. Miles de gotitas minúsculas se adhieren al cristal formando extraños ríos de humedad que imitan a la piel de cebra. Esta imagen es más interesante que lo que hay detrás, un cielo blanco y gente gris con el carácter agriado por el frío. Puede que sean así, independientemente del clima. Con suerte será una forma de mimetismo.
A mí no me afecta el frío. Si estoy apática no es porque duela respirar, igual que no lloro por imitar a la lluvia.

lunes, 29 de noviembre de 2010

frozen

En una hora volveré a helarme las orejas de camino a un sitio ya bastante conocido.
¿Nevará esta tarde en Madrid?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

lay in...

No me apetece moverme. Sólo quiero desalojar el sofá y tumbarme a leer el tercero y último, y que no vuelva a caer otra saga entre mis manos. Odio las historias que duran más de tres libros porque a partir de ahí me empiezan a cansar. Por suerte nunca he visto El internado.

martes, 23 de noviembre de 2010

leave

Y cuando al fin te marches ellos se darán cuenta, en realidad, de lo maravilloso que era tenerte tan cerca.

lunes, 22 de noviembre de 2010

un individuo extraño

Cuando le conocí mis ojos vieron a un chico normal, con más labia que su amigo. 
Hablamos, o más bien gritamos intentando escucharnos. El ruido de la música era insoportable, igual que el olor que se había concentrado en el interior del local de moda de aquél pueblo. Intercambiamos teléfonos. Me cayó bien. Escasos minutos más tarde me encontraba rumbo a la casa en la que iba a dormir aquella noche.

jueves, 18 de noviembre de 2010

forbidden

Una parte de mí me decía que no lo hiciera, mientras que a la otra la pudo la curiosidad. Regresé a aquél sitio para no verte y me topé con tus ojos en la primera esquina, sin mucho esfuerzo por mi parte. Miradas bondadosas, interesantes, vacías...
No sé qué fue lo que me impulsó a entrar, quizá una de esas casualidades, como cuando coges el teléfono segundos antes de recibir una llamada, o como cuando te asomas a la ventana y ves a alguien que viene a visitarte. Puede que algo que haya leído o que me hayan dicho.
Pero hoy no quiero decir nada, aunque me conozco bastante como para saber que no podré evitarlo. Me gustaría que ese "algo" saliera de ti, sin necesidad de recordatorio.

Y mañana estaré viendo a la mujer con el movimiento de caderas y los gallos más famosos del mundo (bueno, seguro que no tanto...)

martes, 16 de noviembre de 2010

scarf

Se sentó frente a aquellas páginas a leer las palabras de amor que otros habían escrito y la invadió cierta envidia por no tener la facilidad de encontrar ese tipo de expresiones que parecen encerrar al sentimiento.
Se metió en la cama y respiró su olor a través de su bufanda.

misty

Y al final coincidiremos todos el viernes.
Lo siento, pero tengo que sacar a pasear a mi perro imaginario.

domingo, 14 de noviembre de 2010

c'est fini

Un mundial que apenas he seguido, y he terminado con una sensación (triple):
  1. Red Bull ha vendido a Webber.
  2. Vettel no es más que un niño con un volante entre las manos.
  3. Cada vez quedan menos "grandes".

sábado, 13 de noviembre de 2010

shhh...

Me gusta contestarte cuando hablas en sueños, manteniendo una conversación incoherente y mágica. Y luego verte abrazar con fuerza la manta, como si fuera lo más importante en el mundo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

postman

Me había olvidado de ti hasta que leí que querías ir a tomar un café con una compañera.
Será que nos hemos hecho mayores, y ya no bebemos Coca-Cola.

martes, 9 de noviembre de 2010

thief

Me robará el tiempo, pero me regala mucho más...

jueves, 4 de noviembre de 2010

jornada 2.0

Esta tarde me he puesto manos a la obra con los contenidos de las conferencias a las que voy a asistir mañana. No es que hiciera falta ahondar mucho en el tema, ya que esta segunda jornada se centra, al igual que la primera, en la web 2.0, y de eso la mayoría tenemos bastante idea, al menos sobre qué es y cómo funciona.
Y para ponerme al día en el tema me he puesto a ver online la primera jornada, que afortunadamente estaba disponible y no he tenido que hacer ningún esfuerzo para encontrarla. El tema que se trata es interesante en sí mismo, tanto para la empresa como para nosotros como particulares, sin embargo tras prestar atención a varias de las ponencias que se realizaron he percibido dos cosas importantes.

  1. Hay personas que no saben realizar bien una presentación sobre un tema que dominan (porque trabajan en ello). Entiendo que haya personas a las que un grupo de personas expectantes les provoque cierto respeto, incluso nervios. Pero lo que no comprendo es que profesionales con años de trayectoria empresarial y que ocupan cargos relevantes en empresas importantes, no tengan la capacidad siquiera para hacerse entender por quienes les están escuchando, que tengan que buscar entre las diapositivas lo que quieren decir, que se traben constantemente al hablar y que hagan que el público esté deseando que el siguiente ponente tome la palabra. Éste es el caso más grave, aunque otros errores comunes que he observado han sido la lectura de las diapositivas, la inundación del discurso con datos irrelevantes y obsoletos, etc.
  2. El corporativismo, que ha convertido presentaciones sobre 2.0 en aburridas charlas sobre qué guapos somos y qué bien lo hacemos en nuestra empresa que, por cierto, es la mejor del sector. Creo que es una falta de respeto hacia los asistentes que si tu presentación va a tratar sobre un tema concreto (y genérico) utilices el 80% del tiempo que tienes asignado para alabar los métodos de tu empresa. Me parece interesante que nos cuenten cómo se hacen las cosas en las empresas, en este caso, cómo se realiza la comunicación a través de las redes sociales y de las webs corporativas, pero el ponente debería centrarse en el tema que va a exponer.
Mañana tengo la intención de asistir a todas las ponencias si mi salud me lo permite (espero que sí), ya que van a asistir directores de los departamentos de comunicación de empresas grandes, especialmente de telecomunicaciones, y espero captar bastantes cosas de todo lo que se comente allí.

jueves, 21 de octubre de 2010

reciclaje

No sé cuántos días llevo sin escribir. Siempre en algún momento del día pienso en hacerlo pero, ¿para qué escribir si no tengo nada que contar?
El día pasa lentamente pero no me da tiempo a hacer ni el 50% de lo que había planeado. El tiempo no cunde y parte de mis propósitos se han quedado ahí, en propósitos, como los de año nuevo, y seguirán así hasta que termine de organizarme. Pero ya falta menos.
No todo es orden y una mesa limpia y sin "trastos", y la mía dista bastante de estar así. Me propuse aprender y voy a empezar ahora. Parece que escribir sobre esta situación de hastío me ha dado energía.
Sólo espero que nadie me moleste ni me diga que tengo camisas por lavar o zapatos que recoger, y que esta maldita tos desaparezca de una vez.

domingo, 17 de octubre de 2010

desvaríos varios

Una de las cosas que no deberías hacer cuando te encuentras mal es intentar buscarle la explicación a una factura telefónica de la que no conoces el detalle.
Lo bueno: que el importe no es superior al que debería.

martes, 12 de octubre de 2010

vuelta al... a lo mío

Estas vacaciones me han trastocado y el puente ha terminado de aumentar mi desajuste horario. Hacer que desayuno para comer pocas horas más tarde y llegar con una falsa sensación de normalidad a la cena.
Estoy deseando que llegue mañana y tomarlo como si fuera un lunes, un inicio de semana que, sin embargo, tiene poco de normal puesto que comenzará con una reunión de desconocidos que se convertirán en carroñeros, lo que me recuerda a la hiena que vi hace poco, y lo insoportable de sus chillidos.
Por el momento mi calendario sigue marcando Septiembre como mes predilecto, pero ya es hora de hacer cambios y actualizar la agenda con las actividades que a partir de mañana me ocuparán durante el próximo curso en el que no tendré que asistir a ninguna clase en la universidad. Ahora mismo lo echo de menos, esa rutina de tener que ir a clase todos los días y pasar allí horas absorbiendo lo interesante que surgiera en las clases. Las de este año no serán iguales, y de momento tendré mucho más tiempo libre (aunque espero que ésto no dure mucho), así que habrá que poner en práctica el horario para no caer en la pereza.

viernes, 8 de octubre de 2010

porque a veces es más fácil tomarse un día sabático

No quiero tener que mirarte todos los días con una sonrisa en la cara como si fuera lo mejor del mundo, ni tener que ser siempre optimista, alegre, como si no tuviese otro estado natural que el de ser feliz. No quiero que me preguntes constantemente si me pasa algo, que parezca que tienes miedo a que me pueda enfadar, porque eso siembra mi miedo ante tus silencios. No quiero que omitas nada que pensabas decir, porque así aprenderé a conocerte mejor.

No quiero ser una cadena, ni tampoco una paloma.

Tenerife

Desconociendo aún gran parte de los acontecimientos que haya habido en Madrid durante esta semana vuelvo a mi mundo blogger, con las imágenes de un montón de sitios impresionantes en la retina y con bastantes molestias gástricas, todo hay que decirlo.


Tenerife es una isla de contrastes. Es algo que ya sabía antes de aterrizar pero no pensaba que la diferencia fuera tan grande en tan pocos kilómetros, y me ha encantado. Es un lugar para fotografiar, y yo pude hacerlo a mis anchas. Los resultados han sido bastante buenos a pesar de que en muchos casos la luz jugó malas pasadas.

Si tuviera que elegir una parte de la isla elegiría el norte, desde el Macizo de Teno hasta la Península de Anaga. Toda esa costa tenía algo especial, pasando de los acantilados rocosos de piedra desnuda que caían en el océano hasta llegar a otro paisaje completamente diferente de bosques verdes y nubes bajas que a veces impedían ver el gran Teide. Me dejé cosas por ver pero aquello me encantó. Y por el otro lado, los puntos menos afortunados de la isla desde mi punto de vista son la costa sur, ya que me encontré con un lugar sobreexplotado para el turismo "guiri", muy artificial y sin encanto, y Santa Cruz, una ciudad en la que no había nada ni nadie en las calles un sábado a las diez y media de la noche.

Sobre las comidas no opinaré puesto que mi indisponibilidad gástrica me ha restringido tanto en este aspecto que es mejor que no entre a valorarlas. Así que hasta aquí mi breve impresión sobre Tenerife por el momento. Y hoy voy a subir una foto, porque estoy generosa!

lunes, 27 de septiembre de 2010

reinicio

Muchos consejos, eso es lo que me llevo. Cosas que ya sé y otras que
me ha venido bien escuchar por boca de otros. Me dará seguridad para
potenciar el cambio que todavía se está gestando. Lo tengo decidido y
sé lo que voy a hacer. No puedo tirarme a la piscina de la forma que
me han dicho. No va conmigo, todavía, aunque algún día en otras
circunstacias no descartaré la opción. Sin embargo voy a tener en
cuenta las sugerencias sobre mi futuro desde ya. Es una idea que si
funciona me aportará mucho, y teniendo en cuenta lo que han visto en
mí y lo que yo veo sé que puedo hacerlo. Sólo hay que superar el
primer corte. Impulso, iniciativa, una nueva I que sea capaz de
eclipsar al resto. Es posible.

viernes, 24 de septiembre de 2010

¿+pareja, -amigos?

Tú y yo, y una luz encendida.

Ayer leí en el periódico que al encontrar pareja se perdía una media de dos amigos. Claro, como siempre, hablamos de medias. El hecho de que la media de los adolescentes comience a beber a los 15 años* no quiere decir que todos empiecen a esa edad, y muchas veces se tiende a pensar eso.
Pero volviendo al tema de los amigos lo que más me llamó la atención fueron las opiniones de la gente. Había dos posiciones marcadas:
  1. Los que se emparejan se alejan de los amigos porque ahora dedican la mayor parte del tiempo que pasaban con ellos a su pareja.
  2. Los amigos se distancian de quien se empareja poniéndolo como excusa.
En el fondo, y en función de los casos, creo que ambos puntos de vista tienen parte de razón.

El primero es un argumento lógico. Si empiezas a salir con alguien no puedes dedicarle tiempo a esa persona manteniendo al mismo nivel el tiempo dedicado a los amigos. Creo que es práctiamente imposible a no ser que tengas todo el día libre. De esta forma el tiempo libre tendrá que ser administrado, y es lógico que a la pareja se destine un porcentaje mayor. Pero claro, esto no significa alejarse de los amigos, simplemente si las circunstancias de la vida de una persona cambia también cambiarán sus comportamientos. En este punto los amigos podrán reaccionar, a grandes rasgos, de dos formas:
  1. De forma comprensiva. Si su amigo tiene pareja es lógico que quiera pasar tiempo con ella, y no podrá salir con ellos tanto como antes.
  2. De forma egoísta. La culpa de que ya no esté con ellos es de la pareja, que les está intentando distanciar. Se sienten traicionados y la relación comienza a enfriarse.
En el caso de los amigos que deciden voluntariamente alejar al que se empareja me parece de una falta de madurez impresionante, a la vez que de una falta de amistad. Si aislas a tu amigo porque empieza a salir con alguien no lo valorarás tanto como amigo. ¿Se trata simplemente de evitar llegar al comportamiento egoísta del punto anterior? No sé, pero sí sé que pasa, aunque no lo comprendo.

¿Por qué se pueden perder amigos al encontrar pareja?
Cada caso tendrá razones distintas. No todos somos buenos, ni malos.
Quizá el "emparejado" descuide a los amigos.
Quizá los amigos no sepan entender la nueva situación.
Quizá haya casos que no tengan nada que ver con lo expuesto. Al fin y al cabo son opiniones surgidas a raíz de un artículo de prensa.

¿Por qué no mantenerlo todo? No creo que sea imposible...


*Dato inventado.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

una de transportes

Hoy he sufrido las consecuencias del transporte público en Madrid, lo
que ha convertido un trayecto de 15 minutos en uno de más de 40. El
tren estaba ya lleno cuando he subido, y eso que es una de las
primeras estaciones, por lo que he tenido que ir de pie. Eso es algo
que habitualmente no me importa, o sea, no soy de las que se ponen a
refunfuñar porque no haya conseguido encontrar sitio, pero hoy me
hubiera venido especialmente bien (el sitio, no el sermón de vieja
cascarrabias).
El tren se ha parado un par de veces. Las paradas son normales, pero
cuando sobrepasan los 5 minutos la gente se empieza a poner nerviosa.
Además hacía calor, calor humano, podríamos decir. Yo he preferido
mantener la calma. ¿Para qué ponerse nervioso si por más nervioso que
te pongas el transporte va a funcionar igual? Pues eso. A esperar.
Y esperando me ha dado por pensar que quizá Renfe estaría haciendo los
ensayos para la huelga. Quizá el objetivo fuera medir el nivel de
caldeamiento del ambiente.
Luego en el metro he experimentado el mayor enlatamiento de mi vida.
Todos juntitos, como sardinillas. Y en las escaleras señoras que
obstaculizan la subida con maletas más grandes que ellas, otras que
utilizan sus bolsos como armas de ataque, y las que en lugar de
colocarse en el lado derecho de las escaleras mecánicas se empeñan en
subir por la izquierda creando algo así parecido a una conga en plena
estación de Atocha.
No sé por qué algunos se empeñan en ir en coche pudiendo ir en
transporte público. ¡Si es muy divertido!
En realidad, exceptuando casos como el de hoy, yo voy muy a gusto
(otro día trataré el tema de los olores). Eso sí, si quieren que la
gente use más el tren, metro y demás, como no mejoren los servicios
van a tener que usar las técnicas japonesas para que los pasajeros
entren en los vagones, y no me gusta mucho la idea...

martes, 21 de septiembre de 2010

home

Noche, frío, desierto, oscuridad.
El cielo amenaza lluvia y el viento comienza a enfurecerse. Me abrazo fuerte, sosteniendo mi libro delante del pecho como escudo ante el anticipo de la tormenta. El otoño está llamando a la puerta y las marquesinas dejan de ser el refugio del sol para convertirse en un lugar en el que resguardarse de la inquietud. Los auriculares de mi mp3 amortiguan el sonido de los árboles, que parece que silban de una forma tenue, casi imperceptible, tras una canción que se convierte en la banda sonora del día.
Despeinada, ocupada en localizar las llaves, al fin consigo entrar en el portal. Llega la calma. Ya tenía ganas de llegar a casa.

sábado, 18 de septiembre de 2010

¡Licenciada!

Por fin llegó la esperada noticia. Curiosamente el día antes pensé cuándo se publicaría la nota de la última asignatura que me faltaba para terminar la carrera. Y al día siguiente, cuando ya me había olvidado del tema de cara al finde, me sorprendió el sms con la genial noticia :) ¡Así que ya puedo decir que soy licenciada! La verdad es que estos años se han pasado rápido una vez que echas la vista atrás, con un poco de todo, para no aburrirse. Pero no quiero contar batallitas, que no tengo edad ni soy abuelo, así que... ¡me voy a celebrarlo!

jueves, 16 de septiembre de 2010

Vicky Cristina Barcelona

Acabo de ver Vicky Cristina Barcelona.
Este fin de semana estuve en el cine viendo la última película de Woody Allen y me gustó porque era diferente y estaba cansada de ver películas que parecían estar hechas siguiendo un patrón común. Fue una comedia agradable, así que pensé en ver alguna otra película suya. La seleccionada fue Vicky Cristina Barcelona, supongo que porque era bastante reciente y porque ya me llamó la atención cuando se estrenó, aunque no fui a verla.
Me ha gustado, y creo que uno de los motivos es que me he sentido identificada con las protagonistas, con ambas por igual, cada una por una razón que no es precisamente la atracción que sienten hacia Bardem. Ha sido un rato entretenido y me llama la atención que en ninguna de estas dos películas he tenido la sensación de que fuese larga, lo típico de buff, cuándo va a acabar. Además, me ha encantado revivir Barcelona y volver a ver Asturias de nuevo, a pesar de que no conozco Avilés.

martes, 14 de septiembre de 2010

a leer!

Y los hay que dicen: "Uy, ¿ese libro estás leyendo? Yo es que no leo esos libros hechos para las masas. Me gusta leer algo más profundo. Ahora mismo estoy con El limpiador de caballos*, es muy interesante y aprendes mucho sobre los caballos".

A ver, que yo me entere, lees cosas tan raras porque quieres diferenciarte del resto de los mortales con títulos que muchos descartaríamos sin llegar a leer el argumento.
Criticas a quienes leemos bestsellers porque, o son novelas de poca monta, o son esos libros de los que habla todo el mundo y que luego no son para tanto. Sinceramente, no creo que la vida en las cuadras sea mucho más estimulante.

Yo leo, bastante, y lo hago para entretenerme. Puedo escoger títulos de lo más variados. Novelas, clásicos, teatro o literatura juvenil, y no juzgo a nadie por el libro que lleve en sus manos. No creo que sea más intelectual quien lee a Unamuno que quien se haya decantado por Federico Moccía. Si elijo un libro es porque algo me ha llamado la atención en él, independientemente de la imagen que pueda proyectar de mí al exterior.

* El limpiador de caballos es un título inventado.

viernes, 10 de septiembre de 2010

un nuevo comienzo

Se sentía desdichada por tener que empezar las clases mientras la mayoría de sus amigas planeaban sus vacaciones o disfrutaban de ellas. Había tenido todo el verano libre y ahora se incorporaba a la universidad por primera vez. Desconocía cómo sería aquél mundo. Por mucho que los demás la hubiesen hablado sabía que no sería lo mismo que experimentarlo en primera persona, y eso quizá la daba un poco de miedo.
Llegó a la primera clase con un retraso de dos días, al igual que casi todos sus compañeros, y eso la hizo sentirse parte del grupo, un grupo bastante reducido dadas las características de la formación universitaria de ese año.
Esperaba superar con éxito el primer curso para poder sentirse orgullosa de sí misma, de sus progresos, pero lo vio cuesta arriba el primer día, cuando tuvo que enfrentarse a numerosas fórmulas y teoremas matemáticos que desconocía o había olvidado. No sabía que los primeros días las cosas se suelen ver así.

martes, 7 de septiembre de 2010

mañana

Subo en el tren. Basta una canción para evocar tantos recuerdos que van llegando a mi cabeza como si fueran imágenes que pasan delante de mí sin detenerse, como si las viera a ellas en lugar de ver el paisaje que se transforma a medida que me adentro en la ciudad. Y sonrío y pienso que me estoy volviendo una romántica que sueña en el tren con cara de idiota, que a veces le da la risa al recordar alguna situación cómica mientras sube el volumen de su mp3, ése que la aleja del ruidoso ajetreo, de las idas y venidas de miles de mentes opacas. Me gusta que el sol me dé en la mejilla, tímido, como si tuviera miedo de lo que va a encontrar ese día, e intentar averiguar qué leen quienes tengo cerca para darle una explicación a esa manía de forrar los libros con papel de revista mientras yo leo una historia de vampiros más.

lunes, 6 de septiembre de 2010

y ahora, inglés!

Porque mantener la mente activa es tan necesario y dominar el inglés es tan importante he decidido apuntarme a clases. Objetivo de este año: recuperar mi nivel decentillo de hace unos años y ser capaz de mantener una conversación semicoherente.
Tengo ganas de empezar y tener algo más que hacer. Además de ser útil tiene pinta de ser muy entretenido por la dinámica de las clases, así que ¡mejor que mejor!
Ya he encontrado sustituto a gomaespuminglish ;)

jueves, 2 de septiembre de 2010

y luego...

Hoy ha sido un día de mucho trabajo, mucho. La gente ha vuelto en Septiembre con energía y se nota en sus exigencias. Tras estresarme unos minutos he llamado a la calma: "I, si te agobias por estas cosas no te relajarás nunca". Y ha funcionado. Pausada pero constante. O sin prisa pero sin pausa, como suelen decir.
Estoy a punto de poner la última piedra para licenciarme. Todo superado sin resbalones, a pesar de las circunstancias tan variopintas que me han rodeado en estos últimos años. Y ahora sólo falta esto. Sólo falta mi parte y su valoración para convertirme en licenciada. El título ya llegará, más bien tarde, como siempre. Esta tarde pondré mis cinco sentidos en esta tarea. Quiero que todo salga bien.

lunes, 30 de agosto de 2010

mar

Salimos tarde de mi casa y llegamos más tarde a la suya. Un trayecto largo en kilómetros pero no tanto en sensación de cansancio, aunque llegamos agotados. Volví a pisar la arena de la playa después de dos años, y la del Mediterráneo después de muchos más.
Jugamos en la arena, nos bañamos, reímos, cocinamos, nos miramos a los ojos. Esa sensación de materialidad que nunca desaparece, que incluso se acrecienta. Y volver a casa con una sonrisa en los labios, de esas tontas, que no se borra. Y dormir sabiendo que en pocas horas comenzaría un nuevo día.

viernes, 27 de agosto de 2010

irme

Nunca había mirado el mail con tanta frecuencia.
Un minuto, otro, otro más, y la bandeja de entrada sigue en el mismo estado que la vez anterior.
Entiéndelo, la gente está trabajando, como tú, o de compras, aprovechando la mañana, y no están pendientes de si sale una ventanita en la parte inferior derecha de su monitor.
Pero es que hoy no puedo más. Tanto tiempo en espera al final ha llegado a su límite y siento que estoy a punto de explotar. Cuánto contraste con la sensación de esta mañana mientras esperaba el tren.
Será mejor que vuelva introducir en mi mente pensamientos agradables como esos. El fin de semana que en dos horas estará aquí.

miércoles, 25 de agosto de 2010

fuera

Esta semana está siendo agotadora. Puede que el calor tenga algo de culpa, esa maldita ola que anuncian y que me quema los hombros en los trayectos, y los pies. Dicen que el fin de semana será peor, pero no estaré en Madrid para comprobarlo. Me voy, y con muchas ganas, sobre todo de andar por la arena de la playa, una playa desconocida con la que me apetece encontrarme, y también con ganas de relajarme, cerrar los ojos y oler la sal y la humedad.

martes, 24 de agosto de 2010

Y en el pétalo de la esperanza pude ver tu nombre y el de otra mujer.
Suspiré tranquila, serás feliz otra vez.
Suelta ya mi mano, suelta ya mi mano.
Suelta ya mi mano, estaré bien.
(LOVG)

lunes, 23 de agosto de 2010

imagen

Se bajó de la estación de metro con la duda. ¿Izquierda o derecha? Decidió hacer lo más fácil, seguir a la gente que, al igual que ella, puso fin a su trayecto en esa parada.
Podía sentir el sol quemando su espalda. Sería un día caluroso, pero el frío viento de la mañana hacía que su piel se pusiera de gallina, distando mucho de la sensación de calor que la invadiría a la tarde, probablemente.
Mientras caminaba, junto con las canciones, un pensamiento resonaba en su cabeza. Fuerte, intenso, duradero. No podía olvidar aquella imagen. Sí, sí podía. Lo que no podía olvidar eran los sentimientos que le inspiraron, la fragilidad y la confianza disolviéndose como si recibiera una lluvia de agua hirviendo.
Y ahora todo aquello llegaba a su mente como un anuncio publicitario, capaz de inspirarla emociones pero sin recordar detalles. Sabía que no había cambiado nada, al menos nada físico, nada palpable, nada visible. Quizás ella había avanzado pero, por otra parte, a medida que pasaban los días esa situación le iba doliendo cada vez más.

sábado, 21 de agosto de 2010

tan simple como esto

Hoy por fin me he levantado de día, que eso de despertarse y ver que todavía es de noche no es que le dé mucha energía a las mañanas.
Hoy tengo un antiguo nuevo descubrimiento musical. En sus principios sonaban igual de bien que ahora.
Hoy tengo que buscar varias cosas, recorrer tiendas y acabar con los pies doloridos, pero espero que con la sensación de haber pasado una buena tarde y con la satisfacción de haber comprado al menos algo de lo que tengo que comprar.

miércoles, 18 de agosto de 2010

miércoles

Miércoles, el punto en el que la semana parece que vuelve a revivir. Un día relajado, una tarde con amigos y verte por la noche. Nueva música, viejas caras y el trayecto de siempre. No está mal para un día de trabajo.

martes, 17 de agosto de 2010

la luna se retrasa

Querían reír, gritar, correr por las calles , sentir todos los tópicos de la libertad, porque les gustaba serlo. Pertenecerse sin candados, sin llaves ni lazos que anudaran sus sentimientos, porque creían en algo distinto, o al menos a ellos se lo parecía.
Inquietos, vivaces, enemigos de la monotonía y el hastío, odiaban hacer rutina de la rutina obligada. Siempre al borde, siempre al límite de lo correcto, o no tanto, deshacían las horas mientras estaban juntos. Dos más frente al mundo, carcajadas rompiendo la noche y recorridos de la mano desafiando la inestabilidad del adoquinado.
Y un sueño, o dos, o muchos.
Y ser, estando.

viernes, 13 de agosto de 2010

no puedo

Últimamente estaba escribiendo cosas muy grises, y había pensado que
la entrada de hoy sería algo agradable, alegre, optimista. Pero no
puedo. No puedo porque las circunstancias no me dejan, porque este
viernes 13 está lleno de malditas casualidades que atormentarían al
más supersticioso. Porque me gustaría haber escrito algo con lo que
alguien sonriera, o que me hiciera sonreír. Pero no puedo. Y me duele
y me da rabia que ocurran estas cosas, que el dolor se prolongue para
luego dar la estocada una noche, o una mañana. Y el sufrimiento

jueves, 12 de agosto de 2010

¡por fin!

Mi portátil, la cama y el sol pegándome en la espalda.
Puede que me cueste un poco acostumbrarme a esta pantalla tan brillante, aunque los colores se ven genial.
Por fin puedo trastear a mis anchas, y desde un lugar blando.

miércoles, 11 de agosto de 2010

prisión

Me había dicho que no te escribiría, ahora creo posible que lo incumpla.
Quería ver la luz del sol, pero las murallas estaban cerradas y la salida no me estaba permitida. Tuve que encerrarme, volver a la penumbra de este sólido edificio y contener mis ganas de libertad por un tiempo.
Con ansias por comunicarme veía el vacío a mi alrededor. No había nada ni nadie. Estaba sola, y encerrada. El suelo estaba húmedo y mis pies empezaban a resentirse, y además hacía frío. Intenté mantener mi mente aislada. Dicen que no hay dolor si no lo piensas, o al menos no se nota tanto. Pero mi debilidad pudo con la voluntad de seguir este precepto, y empecé a acordarme de los momentos en los que había sentido tus brazos rodeándome por detrás, aferrando mis hombros, proporcionándome calor en las noches menos calurosas del verano. Sabía que eso me dolería porque no haría más que alimentar la ilusión, la esperanza de tenerte aquí de nuevo, a pesar de que era consciente de que eso era imposible. Estaba presa y pensar en ti sólo podía dañarme. Pero no tenía nada que hacer, y la ausencia de tareas liberaba la mente y la dejaba volar a sus anchas, sin hacer caso de nada más que de mis instintos. No había nada que observar y no podía analizar más que las oscuras paredes que me rodeaban, paredes que en realidad eran una sola que se alzaba en forma circular. De modo que continué con mi particular tortura, soñando, sintiendo y viendo cosas que podrían ser y que no eran, mientras esperaba la caída del sol para deshacerme de esa angustia que estaba mutilando lentamente mis sentidos.

martes, 10 de agosto de 2010

ahora

Ya no es lo mismo, porque estoy lejos. Ya no veo junto a mi esos gigantes que reflejan la luz del sol en los días de verano ni siento el intenso viento del norte de las mañanas de agosto. Ahora sé que no estás, que no puedo verte por casualidad mientras doblas la esquina al volante del algún sueño, que si percibo tu olor en el aire será, más que nunca, una invención de mis ganas.
Porque no estás, o más bien no estoy yo para acordarme de ti en la última canción de la mañana, o en la primera de la tarde mientras espero el momento de volver de nuevo a casa.
Pero todo se invierte al final de la semana, cuando puedo encontrarte más cerca que nunca.

viernes, 6 de agosto de 2010

bonito viernes

Me encanta haber hecho algo bien y que me corrijan estropeándolo.
Por tanto, me encanta trabajar el doble por error de otros.
También me encanta que se dé por hecho que sé lo que tengo que hacer sin habérmelo explicado antes.

Y, por supuesto, me encanta ver cómo el que se está beneficiando de mi abono perdido me sonríe burlón mientras me dice que no ha aparecido.
No soy agresiva, pero le daría un par de leches.
Ahora tengo uno nuevo. Mío, sólo mío.

jueves, 5 de agosto de 2010

¿dónde estará mi abono?

Dicen que el que no tiene cabeza tiene pies, lo que se podría adaptar a que el que pierde lo que lleva en los bolsillos debe tener dinero en el bolso para sustituirlo. Una adaptación un poco así, a mi manera.
Hoy he perdido el ticket del abono transportes. Sí, es una p*****. Día 5 y aquí la que escribe pierde el abono. Si es que ya me vale. Ahora mientras escribo esto estoy todavía buscando en los bolsillos, no vaya a ser que me lo hubiera escondido Tamariz y ahora lo vuelva a hacer aparecer.

Esto de perder cosas es algo muy raro. Yo lo llevaba al subir al bus. ¡Lo llevaba! Claro, si no fuera así me hubiesen dicho “fíjate, qué graciosa, si quiere pasar así por la cara” o una adaptación no muy similar…
Una vez sentada en el bus, como cada día, meto el abono al bolsillo de mi pantalón. En la funda del abono se encuentran el ticket y la tarjeta de mi empresa.
Entro en la empresa y, cuando voy a guardar la tarjeta, una vez en mi planta, me doy cuenta de que falta el ticket.
Desesperación, nervios, momento grrrrrrrhhrrr.
Doy la vuelta y tras una espera que me ha parecido larguísima consigo entrar en el ascensor en el que había subido. Esto me ha costado porque aquí hay varios ascensores y no eliges en cuál subirte. Dejo el aviso en recepción y deshago el camino con 100 ojos, más viento del habitual y gente que se cruza en el camino. Pregunto al conductor del siguiente bus que pasa de la misma línea, vuelvo al trabajo con la cabeza un poco más agachada y busco “objetos perdidos”.

Recibo ayuda de los míos para reclamar la posible pérdida y me tranquilizo un poco. Empiezo a hacer cálculos para decidir qué hacer con mi vida, o con mi abono, pendiente de un posible traslado. Y espero. Si no tengo ningún aviso pronto volveré al estanco, y no fumo.

Muchas gracias a todos los que han intervenido en este caos que he liado.
Fíjate que soy desordenada, pero perder lo que está guardado se sale del límite.

martes, 3 de agosto de 2010

porque...

Te he esperado en tantos bancos, te he buscado en tantas miradas, te he
observado tantas noches, te he escrito tantas palabras, que hoy no podía ser
menos. Feliz cumpleaños.

martes, 27 de julio de 2010

y me iré

Una maleta vacía y muchas ganas de subir al tren que me llevará hacia el Mediterráneo. Dos años sin ver el mar, y por fin va a llegar el momento del reencuentro. No sé si reconoceré ese mar tranquilo que bate con furia las rocas las tardes de tormenta. No sé si sentiré la humedad del ambiente al bajar de la estación, ni si el recuerdo despertará en mí algún tipo de nostalgia. Mediterráneo, tras 10 años, nos veremos de nuevo.
Una nueva ciudad, importante, con historia, cultura, tradiciones y rincones por descubrir. Una ciudad con un amigo cercano que se encuentra a kilómetros de casa. Una ciudad con vida.
Hace días que comenzó la cuenta atrás. Los que quedan se pueden contar con los dedos de una mano y sobran, y a medida que se van reduciendo aumentan las ganas. Es una lástima que pueda estar tan poco tiempo.
Quiero recorrer Barcelona.

lunes, 26 de julio de 2010

no más

Un nuevo lunes llamaba a la puerta cuando la alarma del teléfono móvil sonó encima de su cabeza. Era pronto, ni siquiera había amanecido, y Claudia se disponía a afrontar la semana con energía y con los ojos cerrados. Su mente no había empezado a funcionar aún.
Recordaba el fin de semana, repleto de sentimientos contrarios hacia personas opuestas entre sí. ¿Cómo era posible pasar del odio al amor en un par de segundos? ¿Cómo formatear el estado de ánimo para permitirle a la noche cumplir su función de divertirla?
La mañana había sido normal a pesar de no haber sido un sábado cualquiera. Tanto tiempo preparando las cosas para ese momento y sabía que no lo recordaría con ilusión como un acontecimiento especial en su vida, al contrario que la protagonista de las escenas que llegarían a continuación.
Una más, con los suyos. Una más o una menos. Menos que el resto, desde los ojos vacíos de los acompañantes sin habla. Personas representadas por ceros en lugar de unos, pasando inadvertidas en ese código binario en el que otros deciden su signo. Allí estaban ella y su familia, la verdadera.
Al comienzo de la tarde empezó a preguntarse qué hacía allí. Hacer acto de presencia no era suficiente razón para quedarse. No había cruzado una palabra con nadie. Su hermana tampoco. No era cómodo recibir nucas y peinados de peluquería como respuesta a sus miradas. No merecía la pena esforzarse cuando la respuesta era inexistente.
Pasó la tarde y por fin llegó el momento de volver a casa. Llevaba más de cuatro horas esperándolo con ansia, pero condujo hasta su ciudad sosegadamente, sin prisas, sin alterarse, disfrutando del momento y de la alegría que le producía estar cada vez más lejos de aquella gente. Entonces supo que no volvería a no ser que se viera obligada, y la obligación tendría que ser muy fuerte.

lunes, 12 de julio de 2010


Falsa simpatía,
Envidia,
Afán por ridiculizar,
Desdén,
Camuflaje...

No son cualidades deseables en un amigo.



Pero, ¿y la emoción de ver cómo España ganaba el mundial de fútbol?
No soy futbolera, pero era inevitable unirse, primero, a ver el partido, y segundo, a celebrar la victoria.
¡Enhorabuena!

lunes, 5 de julio de 2010

Sí, pero no...

No sé cuánto tiempo llevo parcialmente desaparecida del blog. Pasar toda la mañana delante de una pantalla no es bueno si no es por placer, así que suelo aprovechar las tardes para salir, moverme un poco o leer. La música la tengo reservada para cuando en el transporte no encuentro un sitio donde sentarme. Parece que así el trayecto se hace más corto.


En cuanto al transporte, siempre he dicho que me gusta el tren, y ahora que lo cojo a diario sigo teniendo la misma opinión. Aunque a veces vayamos como sardinas enlatadas, especialmente los días de la huelga de metro, se nota más amplitud que en el metro o los autobuses. Incluso el vaivén de los vagones es más parecido a una mecedora que al tracatracatrá de los autobuses.
El metro suele ser pasable, o al menos el recorrido que yo hacía. El desafortunado día de la huelga de renfe tuve que atravesar la ciudad en metro, ya que era el medio menos engorroso y que me garantizaba llegar a mi edificio. No recordaba la sensación del cambio de Puerta del Sur. También es verdad que la única vez que había estado allí fue hace varios años y a una hora de muy poco tránsito. Y claro, ese día se juntó todo. Huelga+mucha gente bestia, porque mis "compañeros de entrada al vagón eran unos bestias, literalmente. Luego siempre hay quien me dice "ay, pues acostúmbrate, que el transporte público es así". Pues si es así he debido de tener suerte todos los días excepto ese, porque aquello parecía una batalla campal. Incluso pude ver a alguno lanzarse en plancha a por un asiento, por esto de tardar menos y tal...
Pero sin duda el autobús es lo que menos me gusta. Me da la sensación de que tengo los pies demasiado cerca del suelo. Puede parecer una razón estúpida, pero todos los días la noto. Además suele parecer que estoy practicando snowboard en las rotondas, o quizá baile de barra. Hoy he hecho bien dejando escapar al autobús. Allí iban los empleados de las empresas bien apretaditos hacia sus puestos. Yo, como iba con tiempo, he decidido esperar al siguiente, que sólo ha tardado tres minutos y ha salido medio vacío y con un montón de asientos libres.

Lo más satisfactorio para mí del transporte público es que si consigo sentarme puedo leer un rato, y si no tengo la música en el bolsillo.
Lo más desagradable son los olores con los que me he encontrado algunas veces.

jueves, 24 de junio de 2010


¿Acaso no has notado ese tipo de conexión? Sí, seguro que sí, tienes que haberlo hecho. No puede ser algo unidireccional. Me hablas de esa persona a la que te gustaría encontrar algún día como una utopía, como si fuera imposible, o más bien poco probable. Me hablas de exigencias y requisitos, y también de voluntad y dedicación, de cosas que fueron pero ya no son, de historias pasadas y de historias que no fueron. Y sonríes, y mueves la cabeza como intentando apartar un pensamiento perdido mientras seguimos andando por una calle vacía. 

martes, 22 de junio de 2010

Start


Fin de exámenes e inicio de las prácticas. Al menos he tenido tres días para mí. Tres días de vértigo, tres días sin respirar, tres días con muchas cosas que recordar, y sólo míos. Algunas de esas cosas me cuesta interiorizarlas aún a día de hoy, no me parecen reales por lo inusual de la situación, pero lo fueron.
En cuanto a las prácticas me he llevado una buena impresión, aunque me gustaría ponerle al día rápido y empezar a hacer cosas. Así el tiempo se pasa más rápido. Lo malo es tener que madrugar tanto y no poder irme a dormir todo lo pronto que quisiera. El cansancio, acentuado por pasar tantas horas con la vista fija en una pantalla, se empieza a notar en el regreso a casa. Pero estoy contenta. A veces me da la sensación de que llevo aquí más que unos días, y creo que puedo hacerlo bien a pesar de que no me veo dedicándome a ello en un futuro.
¿Dónde estaré en Octubre? No tengo la más remota idea, pero espero que la respuesta no sea "en casa".

jueves, 17 de junio de 2010


Y, una vez más, mi avatar ha vuelto a besar al tuyo...

martes, 15 de junio de 2010

sms


Mi móvil me sobresalta. Un nuevo sms. Remitente: universidad. No podía ser de otra manera, pocos sms me llegan ahora de personas de carne y hueso. Palpitaciones. ¿Lo abro? ¿No lo abro? ¡Pues claro que lo abro! Si la impaciencia me está comiendo por dentro. Otra nota más, que también aparece en mi bandeja de entrada del mail. Y la misma sensación de las últimas 3: no está mal, pero me sabe a poco (algo que seguro no diré cuando llegue el próximo sms). 

sábado, 12 de junio de 2010

historias de un 8 de Marzo


Sara espera a Diego a la salida de sus clases. Quiere, por una vez, ser ella quien le sorprenda. Cuando sale ve que Diego anda muy deprisa hacia el otro lado de la calle. Allí hay una chica. Melena hasta los hombros, escasa, de un color caoba, con algunos mechones salpicando su frente. Tenía un aspecto informal, algo desaliñado, y apenas parecía que llevara maquillaje. Sara se sintió estúpida al verse analizando a una chica cualquiera, que simplemente estaba allí, así que decidió centrarse en Diego, que en ese momento se disponía a cruzar la calle tras la señal verde del semáforo. Un par de pasos más y Diego llegaría junto a esa chica, con una sonrisa cada vez más amplia. Sara, sentada en el coche, empezaba a ponerse más nerviosa a cada segundo. No podía pensar, miles de hipótesis pasaban por su cabeza a la velocidad de la luz pero no conseguía ser racional, como era siempre. Le latían las sienes, sentía sus pulsaciones en las yemas de los dedos y un vacío en su cabeza. Aquél paso de peatones se le hizo eterno. 
Diego llegó junto a la chica que esperaba al otro lado. Se miraron, se sonrieron, se besaron. No fue un beso apasionado, pero daba la sensación de que aquella pareja se conocía bien, de que no era un encuentro ocasional. Sara no hubiera perdonado una infidelidad puntual, pero la posibilidad de un engaño durante un tiempo sería doblemente duro. Aún le costaba creer que Diego hubiera hecho algo así.
No lo pensó más. Salió del coche cerrando la puerta con rabia y se dispuso a enfrentar la realidad. Se acercó a él por la espalda y se colocó a su lado.

- Hombre, Diego, ¡cuánto tiempo! Has salido hoy muy pronto, ¿no?
- Perdona, pero... ¿nos conocemos?
- Ésa sí que es buena. ¿Fingir que no me conoces? ¡Por favor! Sabes tan bien como yo que es absurdo. ¿Se puede saber a qué estás jugando?
- Lo siento, pero creo que te estás confundiendo de persona...
- Increíble. ¿Quieres saber con quién te estoy confundiendo? ¡Contigo! Diego Arias, curiosamente con el mismo físico que tú, naciste en Madrid el 30 de Julio y sigues viviendo aquí, aunque durante un par de años cuando eras pequeño viviste con tus padres en Valencia. Te gustan los días grises, como hoy, los helados de yogur y Siete Vidas. Tamb..
- Espera, espera. Esto no puede ser. ¿Cómo sabes esas cosas? ¿Me has estado espiando?
- Venga, deja ya el cuento de que no me conoces.
- ¿Cómo te llamas?
- Sara. Sigo llamándome Sara.
- Sara, no sé cómo explicar esto. No sé, no lo entiendo. No sé de qué me conoces ni cómo has adivinado todas esas cosas.
- Es que no las he adivinado, me las has contado tú. Por si tampoco lo recuerdas, llevamos saliendo juntos algo más de un año.
- Eso es imposible. Salgo con ella desde los 21, y de eso hace ya dos años. Además, es la prim...
- ¿Dos años? Que yo sepa tienes 25, a no ser que me hayas engañado también...
- Tengo 23. Mira, 30 de Julio de 1984. 23 años.
- Sí, si estuviéramos en el 2008. 
- Estamos en el 2008.

miércoles, 9 de junio de 2010

Tarde, mal y nunca


Fue curioso el encuentro de anoche. Los dos nos vimos aunque no hubo saludos de por medio. Ibas con una chica, hablabais y parecía que lo estabais pasando bien, de lo cual me alegro. 
Aún recuerdo tu cara al encontrarme con B en el sitio de siempre. Es innegable que te sorprendió, igual que es innegable que intentaste excluirlo de la conversación no parando de hablar de cosas pasadas de las que no había sido partícipe, lo que no dijo mucho en tu favor. Las siguientes dos semanas me hablaste más que de costumbre, siempre banalidades que no llevaban a nada, intentando averiguar mi estado sentimental. Entonces pensé: "llegaste tarde". Yo te gustaba y tú a mí. Tú no querías nada serio entonces y yo no quería nada artificial. Fuiste el perro del hortelano, pero yo no estaba dispuesta a esperar por nada.
Ahora yo estoy con él, y tú con ella. Pero, por favor, no le sueltes la mano.

martes, 8 de junio de 2010

Reflejos


Esperaba sentada, sola, ajena, con la única compañía de sus libros y algunas líneas gastadas escritas a mano en bolígrafo azul. Contemplaba una esfera anaranjada hundiéndose en una línea de algodón teñido de reflejos, y pensaba que era afortunada por haber encontrado a alguien indescriptible que hiciera asomar una tímida sonrisa incluso en los días nublados.

lunes, 7 de junio de 2010

Atención: muerdo


La ida, la vuelta, otra vez la ida, y la vuelta... Y así sin parar. ¿Para qué? Para nada, o al menos de momento. Una cosa es una cosa, y otra es que me marees como a una perdiz. Lo estaba sobrellevando bien, pero empiezo a estar un poquito hasta las narices. Empiezo a dudar de que quiera esto, y más si cambias de disfraz a cada ocasión. No sé quién eres ni qué quieres. Cada vez te veo más desconocida, si bien es verdad que nunca he llegado a conocerte. 
Hoy me hubiera gustado gritar, lanzar lejos mis sandalias y hundir los pies en hielo, junto con mi cabeza. Porque todos tenemos un límite y el mío se ha sobrepasado hoy, quizá con cosas sin importancia, cosas que ya sabía y que han reaparecido como era previsible, pero que han colmado la pecera. 

domingo, 6 de junio de 2010

Totalmente ida


¿Habéis tenido alguna vez la sensación de que no sois capaces de pensar y razonar correctamente? A mí me ha pasado algunas veces, ayer fue la última. Me resulta curioso porque el día transcurrió de forma normal, podría decir incluso que estuve bastante enérgica y activa, pero llega un punto en el que empiezas a notar que estás perdiendo toda tu lucidez mental por segundos, ya que aparecen simultáneamente algunos de estos puntos:
  • Incapacidad para terminar una frase completa. Sí, y lo peor es que no te das cuenta de que no has terminado de decir lo que estabas diciendo, y sigues con otra cosa dejando a los demás con cara de ¿?
  • Incapacidad para pensar  de forma coherente. Vagas ideas o imágenes mentales pasan por tu cerebro pero no eres capaz de unirlas para formar una idea que tenga algo de sentido. Será como eso que dicen de "vi mi vida pasar por delante de mis ojos"... solo que aquí ves cosas inconexas.
  • Dificultad para expresarse. En este punto tengo que aclarar que no estoy hablando de alcohol, porque ahora me estoy dando cuenta de que puede parecer que estoy describiendo la sensación después de haberme tomado unas cuantas copas, pero no ;)
  • Dificultad para procesar la información que llega del exterior. No solamente es difícil entender bien lo que te están diciendo, sino que cuesta reaccionar ante estímulos externos. (Vale que esto está un poco exagerado, pero sí se nota, sí sí sí). Para aclararnos mejor, ves la vida un poco más rosa que de costumbre y puede parecer que no te interesa la conversación en la que haces que participas.
Y bueno, pongo cuatro puntos porque creo que son los que mejor se notan, pero seguro que hay más. 
Así que como afectada por el síndrome totalmente ida voy a dar mis impresiones. No me gusta nada, pero nada nada. Esa sensación de no enterarte de nada y de no poder tampoco pensar en condiciones no es muy agradable, os lo digo yo. Es algo así como cuando me puse a ver Matrix. Pero bueno, tampoco voy a reflexionar mucho sobre el tema que con el me gusta / no me gusta creo que ha quedado claro.
Y para terminar, voy a intentar encontrar la causa de estas rarezas. La verdad es que cuesta identificar por qué motivo pasan estas cosas tan raras, y más teniendo en cuenta que cuando pasa una vez ya no te acuerdas de la anterior (o al menos yo). Pero creo que la razón va a ser la "calma" en el estado de tensión constante en el que podemos estar. Cuando pasa (momentáneamente) el momento de más tensión el cuerpo se relaja y dice hasta aquí hemos llegado, y claro, la mente no se va a quedar atrás y se une al letargo.

Hasta aquí el ladrillo de hoy.
Que tengáis un buen día de domingo!

miércoles, 2 de junio de 2010

Ser


Haber tomado aquella decisión la estaba corroyendo por dentro.
Sabía que la certeza dolería, que sería amargo y duro, y también difícil, pero era el punto que faltaba. El silencio impregnaba sus huesos como niebla, esparciendo inseguridades, rabia, tristeza y miedo. Miedo a no avanzar, miedo al retroceso, miedo a convertirse en estar para dejar de ser.
Pero creía que la transparencia supondría libertad, más de alma que de cuerpo. Y aunque no era ella a quien le correspondía abrir el cajón, sí retiró la silla que lo obstaculizaba.

martes, 1 de junio de 2010

Bi guoter, mai fren


Parece que el calor se ha instalado definitivamente. Miro por la ventana y, aunque el cielo es azul, los edificios se ven envueltos en una capa de color ocre que bien podría ser contaminación y que da esa sensación de falta de frescor en las calles. Nada más lejos de la realidad. Ayer salí y el sol quemaba, la acera quemaba, e incluso el leve viento quemaba. Los escasos minutos de trayecto se me hicieron interminables mientras mi camiseta negra iba captando todo el calor de un último día de mayo a las cuatro de la tarde. Voy a acabar con las reservas del Canal de Isabel II.

Tras algunos problemillas técnicos vuelvo con nueva dirección de blogger y "nuevo" nombre. (Que conste que ha sido estrictamente necesario, no porque Juan cuestionara su validez :p)

*Título inspirado en Emilio Botín.

domingo, 30 de mayo de 2010

A la luz de una bombilla que parpadea


Y de repente te diste de bruces con la realidad. Sabías que existía aunque no conocías su historia. Tampoco hacía falta conocer demasiado, ni querías hacerlo. Pero el gato quedó muerto por la curiosidad en ese mismo instante en el que tus manos temblorosas cerraron la frontera de la duda para abrir una nueva página con una certeza ya irrefutable. Bastó un segundo para arrepentirte de lo ocurrido, de encontrarte con lo que no estabas buscando, ya que no buscabas nada.

miércoles, 26 de mayo de 2010

:)

...El ruido de mis zapatillas cuando ando a oscuras por casa.
...Pintarme las uñas de colores.
...Caminar por mi facultad a primera hora y que huela a césped.
...Los primeros días de la primavera.
...Beber agua fresquita después de lavarme los dientes.
...Mirar (y coleccionar) bolis, rotuladores y cualquier artículo de papelería.
...Cantar por la calle cuando sé que no me escucha nadie.
...Pasear por largas playas del Cantábrico.
...Las fresas con nata.
...Sentir el viento en la cara.
...Que me beses en la mejilla.
...Escuchar una canción lenta antes de dormir.
...Los zumos de sabores exóticos.
...Las margaritas blancas.
...Leer las etiquetas de los champús, dentífricos...
...Pasar una tarde sola.
...Disfrutar de un buen concierto.
...Que me abracen.
...Sentirme pequeña al tumbarme en la cama.
...Las conversaciones que alargas durante horas por no perder esa magia.
...Llorar de alegría.
...Curiosear en las perfumerías.
...Los pueblos pequeños de calles estrechas.
...Las flores en los balcones.
...El sonido del mar. Y el de la lluvia.
...Encontrar mails nuevos en mi bandeja de entrada.
...Las gafas de sol.
...Las tormentas de Agosto.
...Los relojes de arena.
...Los nervios de las primeras citas.
...Las terrazas de verano.

martes, 25 de mayo de 2010

Naranja


Y soplé la vela aunque no fuera mi cumpleaños ni hubiera nada que celebrar. El humo ascendía levemente formando figuras en la habitación vacía mientras la mecha alteraba su color naranja incandescente para convertirse en negra. Sin luz, sin fuego, muerta.
Hoy es naranja. No hay fuego pero tampoco hay noche, como un punto de inflexión a la espera de algo que no llega. Una chispa que no acaba de saltar, o bien un leve soplo que se lleve la luz a otra parte. Contigo, seguramente...

lunes, 24 de mayo de 2010

Etiquetas


A veces nos empeñamos en poner etiquetas a las personas sin tener en cuenta que todo puede cambiar dependiendo del cristal con el que se mire. 
De pequeña siempre me dijeron que era tímida e introvertida y, como tantas cosas que te dicen durante la infancia, lo acepté como ley. Ni siquiera sabía qué significaba introvertida. No recuerdo cuántos años tenía cuando decidí que no lo era, pero sí me acuerdo de cómo fue. No hicieron falta mas que una mesa, una silla, un diccionario y una chispa de curiosidad. Lo primero que me pregunté fue ¿por qué? Si yo no era así ¿por qué la gente ajena me había asignado ese calificativo? 
Ahora, que con los años he aprendido a diferenciar la timidez de la introversión, me sigo preguntando por qué se asocian estas palabras de una forma tan ligera. Tampoco entiendo por qué nos empeñamos en calificar como x o y a cada persona. ¿Qué tipo de causalidad hay entre la esencia de una persona y la etiqueta que se le asigna? Una persona clasificada como agradable, ¿será tan agradable realmente o se verá forzada a serlo aún más para mantener la imagen que se tiene de ella?
Creo que, tomando como base nuestra propia personalidad, es inevitable que surjan pequeñas modificaciones en nuestra forma de actuar dependiendo de qué percepción tiene de nosotros la persona que tenemos enfrente, o de qué imagen le queremos transmitir.
Por suerte, no hay ninguna norma que refleje todo esto y la uniformidad de criterios queda muy lejos.

sábado, 22 de mayo de 2010

delirios de... ¿grandeza?


Tengo unas ganas tremendas de salir a la calle. Es que esto del enclaustramiento voluntario no es nada bueno para el cuerpo, especialmente para el trasero, que se me va a quedar aún más plano de ir posándose alternativamente en sillas y sofás. Pero ¡hoy es el día! Probablemente cuando pise el portal de mi casa pensaré... "uooooo, pero qué grande es estoooo". Y es que siempre que termino uno de estos retiros voluntarios o que hago un paréntesis (que es mejor que hacer un kit kat, y engorda menos) me da la sensación de que la calle es enorrrrme, y que el cielo está muy alto y es muy azul. Si no me hubiera pasado ya varias veces pensaría que he comido/bebido algo con propiedades extrañas...
No sé por qué me gusta compararlo con la sensación de después de un concierto. Parece que el mundo se ve de forma diferente.
Después de esta entrada pensaré seriamente en unirme al grupo "Jóvenes que después de varias horas de estudio empiezan a desvariar".

viernes, 21 de mayo de 2010

Me gusta...


Sentir el placer de una buena ducha, notar como el agua empieza a mojar mi cabeza hasta empaparme el pelo, respirar el suave olor a cítrico que desprende el champú y ver cómo se va deslizando hasta perderse, unido al agua. Después, vestir el cuerpo con un aroma suave, silvestre, ése que deja en la piel un tacto tan agradable y fresco. Y respirar esos minutos de calma imperturbable, dispuesta a empezar un nuevo día.

martes, 18 de mayo de 2010

Definitivamente


Creí que me había deshecho de la última imagen suya aquél día que decidí cortar a pedacitos la foto que me dio y que descansaba en una cartera olvidada en un cajón. Hoy me he dado cuenta de que no era así al revisar la carpeta en la que guardo mis fotos donde, por casualidad, ha vuelto a aparecer su cara entre fotos de bonitos lugares y recuerdos que no lo son tanto. 
Supr+Intro. 
He saboreado cada pulsación. 
No tiene lugar aquí. Ahora está todo perfecto.

lunes, 17 de mayo de 2010

Como en casa


Pensaba que me costaría. Es difícil imaginar cómo sucederán las cosas con el paso del tiempo, al igual que resulta difícil saber si las experiencias habrán cambiado nuestra forma de actuar, de sentir, de pensar. Y yo tenía miedo. Miedo a no poder mostrarme tal y como soy, a que algo dentro de mí hubiera hecho click volviéndome más cauta y reservada, construyendo un muro a un metro de distancia que resultara infranqueable.
Afortunadamente mis miedos no se han hecho reales, aunque es posible que los hubiese sentido más cercanos si no hubiera encontrado a alguien en quien pensar sin pensar, con quien hablar sin hablar, que me haga sentirme bien, como en casa.

Una sensación extraña


Probablemente se convierta en la gran frase de mi vida, la que más he pronunciado en los últimos años. Por diversos motivos, pero siempre ahí estaba, y sigue estando hoy. Algo inexplicable que me corre por dentro, o quizás vuela. Algo que resulta difícil entender, y más aún encontrarle un por qué. Algo que no termina de encajar.
Pero por más que pienso no consigo darle forma. A veces el tiempo se ha encargado de desvelar la incógnita implícita en esta sensación. Otras veces ha quedado muda, desvaneciéndose a la espera de una razón convincente que dejara de convertirla en extraña.
Y mientras tanto ahí sigue, va y viene camuflándose en una maraña de sentimientos desordenados sin saber a cuál dar prioridad, causando estragos en mí y en los que me rodean, desestabilizando todo.
Sólo sé que tengo una sensación... extraña.

domingo, 16 de mayo de 2010

Ella


Tenías ganas. Lo sabes, y yo también.
Fueron necesarias varias horas en el cuarto de baño cuidando cada detalle para estar impecable aquella noche. Incluso sentías esos nervios típicos, esa sensación en el estómago, como cuando estás a la expectativa sabiendo que algo va a pasar. Y por fin la viste, sencilla, discreta, natural. Y volviste a notar ese impulso que no se puede controlar con la mente, porque por fin estaba allí.
Y no era yo.

viernes, 14 de mayo de 2010

Lluvia


Dime que todo va bien, pero no digas que como siempre. No me gusta esa frase ni la monotonía que encierra. Dime que mañana va a salir el sol después de que las nubes nos arrojen las pocas gotas que les quedan, que nos veremos antes de que caiga la noche y acabaremos en algún lugar desde el que se pueda contemplar esa mezcla de naranjas, rojizos y violetas que tiñe el cielo cuando el sol desaparece.

jueves, 13 de mayo de 2010

Home


Vuelvo a Blogger retomando la dirección de mi primer blog, ése que decidí crear para al final dejarlo aparcado, dando paso a aquél con el que tantas cosas he expresado y por el que algunos de vosotros me conocéis.

Pero ahora soy nueva. Un blog desconocido, una nueva imagen, pero la misma persona que se esconde detrás de la pantalla. Puede que algunos me reconozcáis, o quizás no. Otros llegarán aquí por casualidad. Puede que para quedarse, o puede que no.

No sé cómo se presentará esta etapa ni si estaré mucho tiempo aquí, pero ahora quiero quedarme. Al fin y al cabo esta siempre ha sido mi casa.