Cara de enfado.
Cara de "qué le voy a hacer".
Cara de asco.
Cara de resignación.
A nuestro lado, una pareja se empeña en darse mimos tal y como un autómata cuida una flor de plástico.
Sin sonrisas, sin brillo en los ojos, se cogen de la mano como si se dieran el pésame. Y parecía ser lo habitual.
4 comentarios:
¿Cuando las barbas de tus vecinos veas cortar?
Por suerte no tengo barbas ;)
Pues que triste
Triste sería tener barbas...
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