miércoles, 29 de febrero de 2012

espiral

Entro a un blog. Uno cualquiera o no tan cualquiera. Escucho su música y me abandono. Retrocedo meses, años... Cuando imaginaba mi futuro y no veía más que turbio. La indecisión, praderas demasiado verdes para ser reales, aroma a té. La canción ha terminado. Vuelvo al mismo blog y cargo la página de nuevo. Vuelvo a sentir esas ganas de correr y gritar bajo un sol que calienta mis pensamientos. Proclive al cambio y adoradora de las pequeñas cosas. Unos vaqueros desgastados que acaban verdosos después de una partida de cartas. Termina la canción. Pause.

2 comentarios:

ele* dijo...

hay canciones que ya tienen esa magia de hacernos recordar y transportar a otros "yos".

Kobal dijo...

Y es que la música es eso, sentimiento puro.