martes, 18 de diciembre de 2012

Admirados

Esta mañana he estado eliminando los mails de diferentes redes sociales que saturaban mi cuenta y me he fijado en que había muchos usuarios que en algún momento de sus vidas cometieron la estupidez de seguirme y luego se dieron cuenta de que no tenía sentido. ¿A quién le interesa si hago unas magdalenas, si mi manicura podría estar mejor o si me he quedado embobada con  un espectáculo de magia? Al final, a los mismos de siempre, aunque no entiendo por qué.
Lo que tampoco entiendo es el juego de "te sigo si me sigues". Supongo que la gente seguirá a aquellas personas, empresas, etc. que digan cosas que les interesen. Que a mí me parece muy bien que, por poner un ejemplo, haya quien se dedique a hacer piercings con el método "tradicional" que una vieja amiga utilizaba en mis años de instituto, pero si no me interesa perforarme las orejas, ¿qué sentido tendría seguirlo? De ahí que haya algunos usuarios frustrados que buscan seguidores debajo de las piedras los hastags, que si no triunfan en su empeño abandonan esta clase de redes (digo yo...) Aunque creo que el verdadero motivo del abandono es esa saturación de información a la que se conducen, siguiendo al cocinero principiante, la choni de las fotos en los baños, el que va de intelectual, la que debate sobre economía, el fetichista de pies, el creador de un blog de lectura y otros tres mil más.

4 comentarios:

palabricas dijo...

Si te digo la verdad, a veces sigues a alguien que te encanta. Al principio te sientes identificada, esperas las nuevas entradas, va pasando el tiempo... y te aburres. Porque vamos cambiando, encontramos luegos lugares que nos llaman la atención, vamos probando. Pero por suerte, por ese camino, vas encontrando a personas que se quedan en tu vida, que se convierten en amigos y que hacen que corras a ver cómo están.
Un beso.

Kobal dijo...

Yo suelo seguir a quien me engancha con lo que cuenta, sino me aburro y no hago nada :)

X dijo...

Yo no voy mendigando followers, no me parece de recibo, de ahí que apenas tenga. Lo que sí es cierto es que, salvo los dos únicos famosos a los que sigo en Twitter, el resto de personas también me sigue a mí. No por nada, pero no entendería que estuviera siguiendo a alguien y ese alguien no me siguiera a mí, sobre todo porque yo twitteo poco y no molesto. xD Obviamente si uno es muy plasta se gana el unfollow, eso es normal, imagino.

ele* dijo...

Yo también sigo a quien me gusta lo que dice y en cómo lo dice. Supongo que va a etapas, como cuando escuchas una canción durante mucho tiempo, pasan los años la vuelves a poner y ya no te transmite nada. No sé. ;)