martes, 8 de junio de 2010

Reflejos


Esperaba sentada, sola, ajena, con la única compañía de sus libros y algunas líneas gastadas escritas a mano en bolígrafo azul. Contemplaba una esfera anaranjada hundiéndose en una línea de algodón teñido de reflejos, y pensaba que era afortunada por haber encontrado a alguien indescriptible que hiciera asomar una tímida sonrisa incluso en los días nublados.

4 comentarios:

Martha dijo...

Si era afortunada, si... ^^

1 besico!

Kobal dijo...

muy afortunada.

X dijo...

Si no fuera ese, sería otro. El hombre tiende al amor...

I dijo...

@X Puede que fuera otro, o puede que no, si hubiera decidido estar sola negando esa tendencia humana...